viernes, 17 de septiembre de 2010

Dí dadespe...

A veces no sé que me traerá esta nueva despedida, pero comprendo que hay flores que se mueren con mucha agua, como hay otras que viven dentro de ella. Que hay quienes viven sin aire, mientras yo necesito tu aliento.
Del barro, de las cenizas, las relatividades de la vida me enseñan que mil cadenas aprietan, pero también sostienen. Camino sobre las aguas, me escondo del fuego, me revuelco en el pasto verde, que se incendió de pronto y me llevó entre sus escombros…mientras yo me convierto en viento, violento, quizás suave, a veces imperceptible, pero vayas donde vayas, te darás cuenta que siempre estaré, aunque no quieras.




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